Al momento de señalizar, los trafitambos ofrecen grandes ventajas en cuanto a eficiencia y visibilidad. Son dispositivos robustos y resistentes, utilizados como barrera vial y para delimitar áreas de gran tamaño. Debido a que se utilizan en vialidades, estacionamientos y otros espacios exteriores, pueden estar expuestos a climas intensos. Los factores climáticos, a la larga, pueden afectar la durabilidad y resistencia de los trafitambos. Por lo mismo, a continuación te explicamos como mantenerlos en óptimas condiciones.
Los trafitambos fabricados con polietileno de media densidad son resistente a los rayos UV, impactos y temperaturas extremas. De igual manera, los materiales reflejantes que posean deben ser alta calidad y tener una buena adherencia para resistir la decoloración y el desprendimiento.
Los fabricantes pueden poner a los dispositivos aditivos UV para prevenir la degradación del plástico y la decoloración. Aunque para evitar que se dañen, es mejor no exponerlos innecesariamente, cuando no estén en uso pueden almacenarse en un lugar sombreado o cúbrelos con lonas.
Algunas bases pueden rellenarse con arena o agua para aumentar la estabilidad. También existen trafitambos que tienen la capacidad de anclarse al suelo o a elementos fijos para evitar que el viento los mueva.
Cuando se ensucien o manchen, se pueden limpiar con agua y jabón neutro para eliminar los residuos. Periódicamente, se deben realizar inspecciones visuales para detectar grietas, roturas o daños en los reflejantes. Los trafitambos dañados, deben ser reemplazados.
Cuando el clima es demasiado intenso, como lo pueden ser las nevadas, hay que proteger a los trafitambos aún más.